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"Tenemos un Sistema Que Genera Mucho Sufrimiento y No Satisface a Nadie"

Entrevista a Jorge Ollero, Director del Servicio de Ejecución Penal y Justicia Restaurativa del Gobierno de Navarra y miembro de la junta directiva del EFRJ. 

Navarra ha sido una de las regiones más fructíferas de España (y de Europa) en términos de desarrollo de la justicia restaurativa durante los últimos veinte años. Recientemente, con la aprobación de la nueva Ley Foral de justicia restaurativa, mediación y prácticas restaurativas comunitarias, y la celebración del próximo XII Seminario Internacional del EFRJ en Pamplona, Navarra vuelve a estar en la cresta de la ola en este ámbito. Esta nueva ley se erige como un elemento pionero a nivel español, siendo el único elemento legislativo específico sobre justicia restaurativa en el país, mientras que la celebración del Seminario contribuye a situar a Pamplona y Navarra en el foco de atención como organizadores del principal evento europeo de justicia restaurativa de este año.

En este artículo, entrevistamos a tres profesionales que trabajan en diferentes niveles del ámbito de la justicia restaurativa en Navarra para profundizar un poco más sobre cómo ha cambiado el contexto recientemente en la Comunidad Foral, así como cuales son las principales expectativas de cara al próximo seminario del EFRJ en Pamplona. Esta entrevista se la hice a Jorge Ollero Perán, pero también puedes consultar la entrevista a Eduardo Santos, el Ministro de Justicia de Navarra.

Jorge Ollero Perán es actualmente el Director del Servicio de Ejecución Penal y Justicia Restaurativa del Gobierno de Navarra y, como algunos de ustedes sabrán, también es miembro de la junta directiva del EFRJ. Tiene formación en derecho y se ha desempeñado en diferentes cargos en el ámbito penitenciario. Esta experiencia le hizo reconocer que una justicia penal punitiva difícilmente puede satisfacer las necesidades de la ciudadanía, aumentando su interés por el movimiento de justicia restaurativa a medida que conoció experiencias, como por ejemplo los encuentros restaurativos entre ex miembros de la banda terrorista ETA y familiares de sus víctimas.

Jorge Ollero Perán fue entrevistado por Renata Soares Ramos Falcão (Becaria de Comunicación Foro Europeo de Justicia Restaurativa) y Pablo Romero Seseña (Becario de Políticas Foro Europeo de Justicia Restaurativa).

"Tenemos un sistema que genera mucho sufrimiento y no satisface a nadie, ni a las víctimas ni a quienes las han dañado".
jorge ollero

¿Qué te hizo interesarte por la justicia restaurativa?

Tras estudiar Derecho comencé a trabajar en prisión. Allí vi el enorme sufrimiento que el encierro conlleva para las personas presas y sus familiares y, al mismo tiempo, que las víctimas también permanecían llenas de dolor, sin que el encarcelamiento de sus victimarios ayudara a aliviar su padecimiento. Por tanto, pensé, tenemos un sistema que genera mucho sufrimiento y no satisface a nadie, ni a las víctimas ni a quienes las han dañado. Tiene que haber alternativas, tiene que haber otra manera de hacer las cosas. Y entonces conocí la experiencia de los encuentros restaurativos entre miembros de ETA y sus víctimas y me dije «Esto es. Si puede funcionar en delitos tan graves, deberíamos poder usarlo de forma generalizada en los delitos más frecuentes: robos, lesiones, etc, y quizás construir una alternativa al sistema punitivo y así reducir el uso de la prisión».

Desde entonces, no he dejado de estudiar y trabajar para impulsar la justicia restaurativa, con la idea de que sirva para reducir el sufrimiento en nuestras sociedades, tanto el que producen los delitos como el que produce la respuesta estatal a esos delitos.

¿Por qué Navarra? ¿Qué puede esperar en términos de justicia restaurativa la comunidad del EFRJ viniendo a Pamplona?

Las personas que acudan al Seminario en Navarra van a encontrar una comunidad muy ilusionada e implicada con la justicia restaurativa. Es una sociedad con una larga tradición en la autogestión de sus propios conflictos, al mantener altos niveles de auto gobierno y de búsqueda pactada de soluciones a los problemas sociales. Los navarros y navarras forman una ciudadanía muy comprometida e implicada con el feminismo, el ecologismo, la interculturalidad y, por supuesto, con un modelo de justicia no punitiva, democrática y participativa. De hecho, fue la sociedad civil navarra la que inició uno de los primeros proyectos pilotos de justicia restaurativa en el Estado español y, ahora, con el impulso de la Ley Foral de justicia restaurativa, mediación y prácticas restaurativas comunitarias, el Gobierno de Navarra ha convertido ese proyecto piloto en una política pública de pleno derecho.

"Ese énfasis en lo comunitario me parece una de las aportaciones más interesantes de la Ley"

¿Cuál era el contexto previo de la justicia restaurativa en Navarra y cómo puede esta ley mejorarlo?

En España la única mención legal a la justicia restaurativa es la que hace el Estatuto de la Víctima (transposición de la Directiva Europea de derechos de las víctimas). Esta Ley dice que las víctimas «podrán acceder a los servicios de justicia restaurativa disponibles», pero no establece la obligación de que existan estos servicios. Esto conlleva que en la mayoría del Estado no haya servicios de justicia restaurativa garantizados públicamente. En Navarra sí que se ofrecía este servicio, pero no había base legal que lo garantizara ni que estableciera los principios de calidad y de funcionamiento. Ahora, con la Ley, existe un derecho de todas las víctimas y de todos los victimarios a acceder a este servicio y, además, tiene que funcionar con criterios de calidad y formación elevados.

Otro aspecto que me parece importante es que la Ley señala que la justicia restaurativa debe estar orientada por unos principios determinados que, en línea con la Recomendación del Consejo de Europa, son la participación, la reparación, la responsabilidad, la reinserción de los victimarios, la protección de las víctimas, la equidad y el enfoque social y comunitario. Ese énfasis en lo comunitario me parece una de las aportaciones más interesantes de la Ley, pues trata de superar el paradigma metodológico individualista que forma parte del sistema penal y muchas veces permea la intervención restaurativa.

Una vez aprobada esta nueva ley, ¿Qué es lo siguiente?

La Ley es muy ambiciosa en su desarrollo, por lo que nos queda mucho trabajo por hacer. Hay que diseñar un Plan Estratégico y un Plan de Calidad. Estos planes señalarán medidas concretas, entre las que, sin duda, estará la evaluación y supervisión externa, así como el análisis de los datos estadísticos y la promoción y divulgación ciudadana.

¿Cómo tenéis prevista pasar de la ley a la práctica del día a día? ¿Cómo creéis que va a ser este proceso de implementación de la nueva Ley Foral?

De lo que se trata de es de realizar estos Planes anteriormente señalados con la participación directa de las instituciones y entidades más relevantes y que son protagonistas en el desarrollo de la justicia restaurativa en Navarra: la Asociación Navarra de Mediación (ANAME), los Colegios de Abogados, Psicólogos y Trabajadores Sociales y, por su puesto, con los jueces y fiscales. Para ello vamos a crear un grupo de trabajo dentro del Consejo Navarro de Justicia, que es el órgano consultivo de colaboración, estudio, debate, participación y asesoramiento a fin de promover la mejora de la calidad del servicio público de Justicia en la Comunidad Foral de Navarra.

Además, tenemos la suerte de que durante el Seminario del EFRJ se van a organizar dos workshops, coordinados por Ian Marder, de la Universidad de Maynooth, en los que se va a dar formación sobre cómo elaborar planes estratégicos, usando Navarra como caso de estudio.

¿Cuales crees que son los aspectos más relevantes de esta nueva ley?

Creo que, aparte de lo que ya he señalado, otra de las cuestiones más interesantes de la Ley es la inclusión de las prácticas restaurativas comunitarias, que definimos legalmente como «herramientas de prevención y resolución de conflictos no judicializados, así como de promoción de la cohesión social, que buscan generar condiciones colectivas de confianza, respeto y cuidado, de forma que los conflictos que puedan surgir se gestionen en sus estadios iniciales de forma espontánea por la comunidad».

Según tenemos entendido es la primera vez en Europa y quizás en el mundo que se regulan las prácticas restaurativas comunitarias y con esta Ley apoyamos su desarrollo mediante la realización de cursos formativos y la subvención a entidades sociales.

"La Recomendación de 2018 y la reciente Declaración de Venecia han sido nuestras referencias a la hora de elaborar la Ley".

¿Cuáles crees que pueden ser las implicaciones de esta nueva ley en las políticas tanto locales como nacionales e internacionales?

Creo que es necesario señalar que la Ley foral no hace ningún tipo de cambio a nivel procesal, es decir, no regula los efectos que la justicia restaurativa puede tener en las penas o en la interrupción del proceso (probation), pues ello es competencia exclusiva del Estado. Sin esa regulación, que actualmente no existe en España, el desarrollo de la justicia restaurativa estará algo limitado, pero sin la implicación de las Comunidades Autónomas tampoco puede funcionar. Es decir, que hace falta que las Comunidades Autónomas garanticen la provisión de servicios de justicia restaurativa de calidad, por un lado, y que el Estado regule los efectos que la justicia restaurativa tiene sobre el proceso penal, por el otro. En este sentido, Navarra ya ha hecho su parte y estamos esperanzados porque sabemos que el Gobierno de España apuesta por la justicia restaurativa y es posible que veamos cambios procesales positivos en el futuro.

En cuanto al nivel internacional, es importantísimo. Los avances que se han producido en España han sucedido en gran parte gracias al impulso de la Unión Europea y el Consejo de Europa. En este sentido, la Recomendación de 2018 y la reciente Declaración de Venecia han sido nuestras referencias a la hora de elaborar la Ley, y sabemos lo relevante que ha sido la labor del EFRJ en que salieran adelante estos textos tan avanzados.

Sobre el próximo seminario del EFRJ que se celebrará en junio en Pamplona, ¿Por qué es útil/interesante para vosotros celebrar este evento en Navarra?

Para Navarra es un honor y una gran satisfacción albergar el Seminario del EFRJ. Nos va a permitir aprender mucho de los colegas europeos (and beyond) que seguro que nos inspirarán con prácticas innovadoras, debates interesantes y desafíos que puede que aún ni siquiera nos hayamos planteado. Cuando hablas con gente que viene de lugares diferentes aprendes a poner en perspectiva tus aciertos y dificultades y consigues encontrar maneras imaginativas de construir un mundo mejor. No tiene sentido una Navarra restaurativa si no es en relación con el mundo, en intercambio, en mestizaje y en conexión con otras raíces y culturas. Así que tenemos muchas ganas de recibir a los colegas que nos visiten y esperamos también poder inspirarles a ellos con nuestras prácticas y reflexiones.

¿Qué mensaje de bienvenida o invitación te gustaría compartir con la comunidad del EFRJ de cara a este próximo evento?

Pues que además de participar en un evento en el que van a poder escuchar ponencias muy interesantes y participar en talleres sobre las últimas innovaciones en justicia restaurativa, van a disfrutar de una ciudad como Pamplona que es hermosa, llena de historia y de naturaleza y, sobre todo, llena de gente acogedora y divertida.

Jorge Ollero Perán fue entrevistado por Renata Soares Ramos Falcão (Communication Intern European Forum for Restorative Justice) y Pablo Romero Seseña (Policy Intern European Forum for Restorative Justice)